lunes, 26 de mayo de 2014

Echemos una vista al pasado

Hubo un tiempo en el que esté blog se convirtió en mi forma de expresión personal. A día de hoy las obligaciones académicas y personales ya lo han derivado a un segundo lugar, o tercero, cuarto,... mejor no pensarlo.

Mirando entradas en este momento me sirve para reconocerme en los momentos y en mi evolución no solo como escritora sino como persona. Es gracioso encontrarse esas primeras entradas surgidas del paverio adolescente. Sí, eso era yo con 15 años. Me duelen los ojos solo de la faltas de ortografía, mi eterno enemigo que me sigue acompañando. Pero también fui yo con 16, 17, 18, 19, ... Un crecimiento personal como persona crítica con lo que le rodea. A veces en forma de reflexiones, otras presentándose como relatos, pero en todas ellas hay una parte de mi y mis inquietudes.

Pero no solo eso, he encontrado relatos que quizás pueden valer la pena, escribir es reescribir, aspectos para mejorar de ideas que surgieron muchas veces ante la necesidad y rapidez de presentar una historia al día siguiente porque eran deberes. De aquí un nuevo propósito para este verano de cambios: recuperar y mejorar que tengo faena.

Mi vida se presenta interesante e imprevisible en estos próximos años, de la misma manera que por primera vez en pocos meses tendré que volar de la comodidad del nido (debería plantearme relatar la aventura americana).
Quizás es buen momento para echar la vista atrás tomar aquello de provecho y olvidar parte de los pájaros que tuve en la cabeza. Pero sobre todo, es momento para seguir caminando.